El examen de titulación: una perspectiva crítica.

Si bien los exámenes de titulación propuestos por las universidades para obtener cierto grado corresponde a la demostración de conocimientos y/o descubrimientos que un investigador previamente a adquirido dentro de un proceso de investigación previamente realizado, hay que mencionar el hecho de que dicho requerimiento también forma parte de una serie de prácticas que rayan en lo meramente inoportuno.

En primer lugar, no logro concebir el porqué se debe ubicar al ponente en medio de un cierto número de sinodales como si si tratase de crear dentro de la mente del mismo una idea de estar a punto de ser enjuiciado. Fácilmente, esta postura puede reflejarse como una actividad ligada a un juicio político, uno en el que se trata de exponer las culpas (en este caso fallas) del sujeto que se encuentra exponiendo en ese momento. Viene a mi mente, al ver este tipo de procesos institucionalizados y/o "institucionalizantes", una de esas pinturas o fotografías de la época de la inquisición, en donde el personaje al que se le acusa como hereje o brujo, es puesto a disposición de varios jueces con el objetivo de probar su culpa o demostrar su inocencia.

Dentro de esta práctica, llama mi atención la vestimenta con la que el investigador (o enjuiciado según mi crítica) debe asistir. Ésto quizá para ser o hacer más aceptada su propuesta de investigación. Al final de cuentas considero que la vestimenta cumple simplemente dicho objetivo: "mi vestimenta define lo que sé y puedo hacer. No hagan caso de mis argumentos si no porto una corbata de por medio" ¿O quizá la vestimenta sea el homónimo de aquellos trajes o uniformes utilizados por los presos durante su juicio? Es increíble que aún se tenga dicha idea por sobre la vestimenta que uno porta, y que, al estar sumergido dentro del contexto educativo, sigue haciendo aún más grande mi por qué. Al final del día los que nos terminan engañando son aquellos que usan los mejores trajes.

¿Por qué el investigador, cada vez que habla voltea hacia nosotros y no hacia los especialistas? Quizá el trata de enseñarnos e ilustrarnos a sabiendas que desconocemos el tema que expone, y eso es cierto. Imagino que a partir de esto él trata de vernos como los sujetos en los que su investigación (suplica a manera crítica) puede ser creída debido a nuestra inexperiencia y desconocimiento sobre lo que dice. Y, más allá de dicha idea antes mencionada, quizá nos vea como un punto en donde lo que diga será creído y no se le va a contradecir por ello. Me imagino su mente enunciando: "ustedes, escúchenme, al final de cuentas no me criticarán ni me van a contradecir, y, en consecuencia me van a perdonar. Aquellos de mi izquierda no lo harán, porque ellos son los expertos, mis jueces y verdugos, ellos saben y ustedes no". El ejemplo perfecto de porque los poderosos y conocedores manejan a su modo a un pueblo ignorante. Ellos no buscan jueces, no conviene, prefieren inexpertos que todo crean y perdonen.

Acaba la sesión de súplica y comienza el juicio. Pero...por qué enjuiciar si los jueces (o al menos parte de ellos) ni siquiera han escuchado al cien por ciento los argumentos propuestos por el investigador. Quizá se han aburrido, al final de cuentas, es simplemente un proceso administrativo ellos pensarán: "al final de cuentas lo vamos a perdonar". Entonces, yo me pregunto: ¿realmente cumple su propósito el examen? Si incluso aunque no pases, pasarás". Es irónico (y con ello me refiero a lo anterior dicho y no al tema de investigación del investigador).

"Estás bien, pero te falta más en tu investigación". Entonces no está bien. ¿Falsa modestia o simplemente ironía?

"Te felicito filósofo, bienvenido al mundo institucionalizado". Simplemente ironía.

"Estudio literacidad crítica, una maestría, pero, ya me aburrió tu explicación y me quiero ir de aquí". Ironía.

Ironía ironía ironía...


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